mercoledì 26 maggio 2010

EL VERDADERO VALOR DEL ANILLO

Un joven concurrio a un sabio en busca de ayuda.

- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. Como puedo mejorar maestro?. Que puedo hacer para que me valoren mas?

El maestro, sin mirarlo, le dijo:

- Cuanto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mis propios problemas. Quizas despues... Si quisieras ayudarme tu a mi, yo podria resolver este tema con mas rapidez y despues tal vez te pueda ayudar.

- E... encantado, maestro -titubeo el joven pero sintio que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas-.

- Bien -asintio el maestro-. Se quito un anillo que llevaba en el dedo pequenio de la mano izquierda y dandoselo al muchacho agrego: Toma el caballo que esta alla afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que obtengas por el la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo mas rapido que puedas.

El joven tomo el anillo y partio. Apenas llego, empezo a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algun interes hasta que el joven decia lo que pretendia por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reian, otros le daban vuelta la cara y solo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.

En afan de ayudar, alguien le ofrecio una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenia instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, asi que rechazo la oferta.

Despues de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -mas de cien personas- y abatido por su fracaso, monto su caballo y regreso.

Cuanto hubiese deseado el joven tener el mismo esa moneda de oro! Podria habersela entregado al maestro para liberarlo de su preocupacion y recibir entonces su consejo y su ayuda.

- Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizas pudiera conseguir 2 o 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda enganiar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

- Que importante lo que dijiste, joven amigo! -contesto sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. Quien mejor que el para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y preguntale cuanto da por el. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aqui con mi anillo.

El joven volvio a cabalgar. El joyero examino el anillo a la luz del candil, lo miro con su lupa, lo peso y luego le dijo:

- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle mas que 58 monedas de oro por su anillo.

- 58 monedas???? -exclamo el joven-.

- Si, -replico el joyero-. Yo se que con tiempo podriamos obtener por el cerca de 70 monedas, pero no se... Si la venta es urgente...

El joven corrio emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

- Sientate -dijo el maestro despues de escucharlo-. Tu eres como este anillo: una joya unica y valiosa. Y como tal, solo puede evaluarte verdaderamente un experto. Que haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y diciendo esto, volvio a ponerse el anillo en el dedo pequenio de su mano izquierda.

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